HACE 65 AÑOS EN HIROSHIMA Y NAGASAKI: LA PROFUNDA HUELLA QUE DEJARON LAS BOMBAS ATÓMICAS
El pasado jueves 5 de agosto se conmemoró uno de los actos más lamentables en toda la historia de la humanidad, aquél que acabó con numerosas vidas inocentes y cuya causa radicó en una demostración que hizo EE.UU. de ser una potencia política y militar a nivel mundial. El lanzamiento de las bombas atómicas hacia Hiroshima y Nagasaki causó la pérdida de 80 mil personas y de 74 mil personas, respectivamente.
Este acto conmemorativo tuvo lugar en lo que hoy se conoce como el Parque de la Paz, en la ciudad de Hiroshima, donde se rindió tributo a todas esas víctimas que fueron presa de aquel acontecimiento atroz. Se reunieron 55 mil personas, y a las 23 con 15 horas (GMT) se hizo un silencio generalizado para tomar conciencia de lo que ocurrió hace exactamente 65 años. Los que sobrevivieron nunca olvidarán lo que pasó.
Se sabe que aquella bomba (con el nombre de Little Boy) se lanzó de 600 metros de altura y estalló instantáneamente, lo que hizo que volatilizaran 80 mil personas. El tiempo de vida que les quedó a los sobrevivientes fue muy poco, puesto que el daño era muy grave para poderse tratar a tiempo. Hasta el punto en que el alcalde de Hiroshima de esa época, Tadatoshi Akiba, llegara a afirmar: "Hiroshima era un infierno donde los que consiguieron sobrevivir envidiaban a los muertos".
Y por si no fuera poco, en estos días se ha publicado lo que dijo uno de los tripulantes del Enola Gay (el bombardero que lanzó las bombas), Theodore Van Kirk, quien afirmó que se sintió orgulloso de aquella misión y de no haberse arrepentido, debido a que era la única manera de terminar con la guerra. Más allá de la algarabía que pudieron sentir los estadounidenses en ese momento, no hubiese sido menos acertado pensar en aquellas vidas que nada tuvieron que ver con la guerra y no solo en las verdaderamente comprometidas (los ejércitos respectivos).
El hecho de que numerosas personas hoy en día estén en contra del uso de las bombas atómicas es un deber, porque ya no se puede permitir un uso indiscriminado de ellas. Puede pensarse que no debió doler tanto, pero escuchar todo lo que vivieron los japoneses en aquellos días, todo el sufrimiento que debieron soportar, revela uno de los sucesos más catastróficos que ha ocurrido hasta el momento. Lo cual no viene a ser más que la consecuencia de que unos países quieran tener más predominio sobre otros. Y luego de esto uno se pregunta dónde queda aquello que llamamos humanidad, eso que nos hace ser más humanos. Hechos como éstos nos hacen concientizar sobre el asunto y ver hacia dónde vamos.
Fuentes:
http://www.google.com/hostednews/epa/article/